LA ENFERMEDAD COMO PUNTO DE INFLEXION.
Extracto del libro de
Jean Shinoda Bolen. “El Sentido
de la Enfermedad”
“Los equipos suelen pedir un tiempo muerto cuando van perdiendo y hay
que parar el cronómetro, hacer un descanso para tomar aliento, establecer una
nueva estrategia o cambiar algún jugador.
Cuando se apiñan alrededor del entrenador, nos preguntamos si conseguirán
remontar y ganar. Los pacientes que
Lawence Le Shan describió en “Cáncer as a Turning Point” (Cáncer como un punto de Inflexión) se encontraban en una situación
análoga. Su pronóstico indicaba que el
tiempo se estaba acabando. En esa tesitura empezaron una psicoterapia con Le
Shan…”
Este les hacía preguntas que
la inteligencia no podía responder, relativas a la búsqueda de sentido
espiritual, que requerían una inmersión mental profunda y la recuperación de
evocaciones olvidadas relacionadas con el consuelo y el regocijo; exigían ser
sincero respecto a la paralizante desesperación y la falta de sentido (se dan
juntas) en sus vidas. Cuando esto
ocurre, la vida pierde su sabor….Le Shan, investigador y psicólogo clínico,
descubrió como el cambio psicológico, junto al tratamiento médico, estimula la
curación de un sistema inmunitario puesto en peligro. Descubrió que reforzar la vida, alarga la
vida.
Preguntaba: ¿Qué tipo de vida
haría que te gustara levantarte a la mañana y acostarte “agradablemente cansado
por la noche? ¿Qué es lo que más te animaría y entusiasmaría en la vida? ¿Qué
tipo de vida imaginas que daría cauce a todas tus potencialidades, y con la que
estarías en armonía física, psíquica y espiritual? ¿Qué estilo de vida supones
que sería afin a tu ser? ¿Cómo vivirías si pudieras hacer que el mundo
conspirara a tu favor?”
“…Cada uno de nosotros nace
con talentos y aptitudes innatas que no se desarrollan ni se aprecian a menos
que se den las oportunidades para expresarlas…
El trabajo (como la vida) que nos exige aplicar y desarrollar nuestros
dones innatos resulta personalmente significativo. Un trabajo que nos interesa impone retos a
nuestro crecimiento y nos facilita oportunidades de ser creativos y eso nos
sumerge de lleno en la vida. Al
realizarlo, nos sentimos sinceros y fieles a nosotros mismos. Cuando
lo que hacemos es aquello que amamos, el trabajo se convierte en expresión de
nuestra verdadera naturaleza.
Recuperarnos de una
enfermedad grave tal vez dependa de encontrar nuestras aptitudes. …
“…Es divertido especular o
ampliar un aspecto de nuestra mente, intentar una tarea física que requiere
destreza, unir colores o sonidos, o emparejar palabras que pertenezcan a un
mismo campo semántico si esas tareas requieren habilidades que poseemos. Resulta muy frustrante no ser capaz de
destacar, aún cuando lo intentemos o
practiquemos mucho, simplemente porque esa tarea no cae dentro de nuestros
talentos particulares. Es duro
comprobar que el esfuerzo no se traduce en satisfacción personal. No es divertido ser una ficha cuadrada en un
agujero circular, aún cuando seamos capaces de atravesarlo.
Los pacientes de Le Shan
lograron mejorías a largo plazo tras hallar un entusiasmo por la vida que
como consecuencia, influyó en la reacción defensiva del organismo. El entusiasmo fue un elemento definitivo: en
mi opinión, esto ocurre cuando el alma se involucra en la vida y ésta tiene un
propósito. El entusiasmo por la vida nos atrapa cuando somos poseídos por el
espíritu o la divinidad; la palabra deriva de entheos (que en griego significa “Dios”). No creo que sea posible apasionarse de verdad
a menos que a la vez seamos nosotros mismos.
Esto ocurre cuando somos fieles a nuestros arquetipos (1) y aptitudes
personales”
(1) Arquetipos:
Según la psicología de Carl Jung, son predisposiciones innatas que afectan la
personalidad, las relaciones y el trabajo
Reflexiones:
Los subrayados y negritas no son
originales del texto, es decir, son puestos con la intención de ser vistos con
mayor énfasis.
En relación con el ENTUSIASMO, es muy interesante consultar el libro de
Ima Sanchis “El Don de Arder” que habla
de este mismo tema en sus entrevistas con mujeres de todas las edades y ámbitos
sociales, económicos y culturales, que han desarrollado una tarea muy importante para sus
comunidades, contando con el recurso primordial del Estusiasmo, que es un motor
que se enciende cuando nos ponemos en contacto con nuestra intención más
genuina, nuestra vocación real, nuestro gusto por algún tema o quehacer.
Con respecto a cómo este Entusiasmo influye en la curación de las
enfermedades, creo que se relaciona con volver a un equilibrio perdido, luego
de tantos años de alejamiento a través
de obligaciones, desconexiones de nuestra esencia, apegos desmedidos por las
cuestiones materiales, en fin, tema de debate.
Algo más, si bien el texto se refiere al cáncer, por supuesto calculo
que su utilidad se extiende a cualquier tipo de enfermedad, más o menos grave, que siempre tiene un
mensaje en si misma, si nos permitimos escuchar lo que nuestro cuerpo nos
grita, cuando hablando bajito no logra
que giremos la cabeza para prestarle atención.
Hasta la próxima, espero que todos estén muy bien
Los saludo con alegría
Adriana
me gusto mucho, me gustaría tenerlo como tema para nuestro próximo encuentro,y te completo mi comentario. un beso isabel.
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