Me gusta la gente agradecida. Y entre los escritores ese
rasgo se observa en la bibliografía.
Cuando un libro es bueno, y además el autor comparte y comenta los
recursos y fuentes que le ayudaron a delinear su producción, los lectores, recibimos
por partida doble: disfrutamos del contenido y de un mapa de ruta que facilita
nuestras propias búsquedas.
Nassim Nicholas Taleb
pertenece a esta clase. Comienza su
libro “EL CISNE NEGRO El impacto de lo altamente improbable” con
3 hojas de agradecimientos y agrega 100 páginas finales con notas bibliográficas.
Me atrapó desde el prólogo. Les transcribo un
fragmento:
“Antes del
descubrimiento de Australia, las personas del Viejo Mundo estaban convencidas
de que todos los cisnes eran
blancos, una creencia irrefutable pues parecía que las pruebas empíricas la
confirmaban en su totalidad. La visión
del primer cisne negro pudo ser una sorpresa interesante para unos pocos
ornitólogos (y otras personas con mucho interés por el color de las aves), pero
la importancia de la historia no radica aquí.
Este hecho ilustra una grave limitación de nuestro aprendizaje a partir
de la observación o la experiencia, y la fragilidad de nuestro
conocimiento. Una sola observación puede
invalidar una afirmación generalizada derivada de milenios de visiones
confirmatorias de millones de cisnes blancos.
Todo lo que se necesita es una sola (y, por lo que me dicen, fea) ave
negra.”
“… Lo que aquí
llamamos un Cisne Negro (así, en mayúsculas) es un suceso con los tres
atributos que siguen:
Primero, es una rareza,
pues habita fuera del reino de las expectativas normales, porque nada del
pasado puede apuntar de forma convincente a su posibilidad. Segundo, produce un
impacto tremendo. Tercero, pese a su
condición de rareza, la naturaleza humana hace que inventemos explicaciones de
su existencia después del hecho, con lo que se hace explicable y
predecible.”
Este libro,
que recomiendo intensamente, está escrito por un matemático, que se ha dedicado
al análisis del comportamiento de los seres humanos y cómo éste influye en la
economía. Pero su estudio devela un
profundo conocimiento de nuestra manera de aprender, de clasificar, de pensar,
y por ende… de cómo se produce el proceso
de error en el que casi invariablemente caemos.
Nos señala
la enorme dificultad que nos impide adaptarnos a lo nuevo, a lo improbable, “… La idea central de este libro es nuestra
ceguera respecto de lo aleatorio…”
Analista
impiadoso de nuestra actitud en lo que se refiere al pensamiento, nos obliga a
darnos cuenta … de lo obvio!!! “…Otro defecto humano afín procede de la
concentración excesiva en lo que sabemos: tendemos a aprender lo preciso, no lo
general. ¿Qué aprendimos de lo ocurrido
el 11-S? ¿Aprendimos que algunos sucesos, debido a su dinámica, se sitúan en gran
parte fuera del ámbito de lo predecible? NO. ¿Descubrimos el defecto inherente
de la sabiduría convencional? NO. ¿Qué
es lo que averiguamos? Aprendimos unas ideas precisas para evitar a los
prototerroristas islámicos y los edficios altos.
Cuál es mi
intención al traer este autor y su pensamiento a un blog que lleva por título
“Con la intención de sanar”?
Creo que
para sanar es necesario, entre otras cosas, despojarnos de la mayoría de nuestras ideas. Aceptar la incertidumbre a ultranza. Darnos cuenta que no sabemos. Darnos cuenta que creemos saber algo. Sólo creemos.
Por ende,
aceptar que tal vez el otro sepa algo que yo no sé.
Aceptar que
no puedo confiar en el discurso científico y certero de nadie.
Aceptar que
en todo momento puedo estar pensando en sentido contrario a lo correcto, es
decir, puedo estar equivocándome.
Taleb
avanza dando un ejemplo que va a clarificar su exposición:
“…Cómo podemos pasar lógicamente de los casos específicos a las
conclusiones generales? ¿Cómo sabemos que lo que hemos observado en unos
objetos y sucesos dados, basta para permitirnos entender sus restantes
propiedades? Todo conocimiento al que se ha llegado mediante la observación
lleva incorporada ciertas trampas.
Pensemos en el pavo al
que se le da de comer todos los días.
Cada vez que le demos de comer el pavo confirmará su creencia de que la
regla general de la vida es que a uno lo alimenten todos los días unos miembros
amables del género humano que ¨*miran por sus intereses¨* como diría un
político. La tarde del miércoles
anterior al día de Acción de Gracias, al pavo le ocurrirá algo Inesperado. Algo que conllevará una revisión de su
creencia…”
Está claro
que al pavo, no le quedará tiempo para obtener resultados positivos con la
revisión de su creencia.
Pero a los
que observamos año a año cómo un buen día degüellan al pavo, nos vendría bien,
creo, pensar que la realidad es mucho más compleja de lo que aparece a primera
vista.
Y que citando nuevamente a Taleb “…Varios cisnes blancos no confirman la NO existencia de cisnes negros”
Incluso podemos ejercitar la técnica de George Soros, que
Taleb trae como ejemplo “…el especulador George Soros, cuando hace una
apuesta financiera, no deja de buscar ejemplos que demuestren que su teoría
inicial es falsa. Tal vez sea esto la
auténtica confianza en uno mismo: la capacidad de observar el mundo sin
necesidad de encontrar signos que halaguen el propio ego”
Me gustó mucho este libro, porque me ha llevado
repetidamente a pensar cuántas veces pienso como pava, cuánto me he dejado
llevar por la necesidad de que halaguen mi ego, y en qué medida esto me habrá llevado a observar el mundo al revés,
pensando que estaba al derecho y viceversa.
A ustedes alguna vez les pasó?
Se hace carne aquella frase: "solo se que nada se". Y puedo decir q aun me encuentro muchas veces pensando como una "pava". Suerte q algunas veces me doy cuenta y me rio a carcajadas...lamento cuando no me doy cuenta.
ResponderBorrarmi eterna duda sobre todo me ayuda a no pensar como pava, pero es difícil soportarla jaja
ResponderBorrarMaría ya reirte de la pavada, indica que tan pava no es... Lili Viole, yo te diría que si la duda es solo tuya, vaya y pase, pero ... además, solemos hacernos un lugar para las dudas ajenas!!! A mi por lo menos, también me pasa, Auxiliooooo!!!!
ResponderBorrarMaría ya reirte de la pavada, indica que tan pava no es... Lili Viole, yo te diría que si la duda es solo tuya, vaya y pase, pero ... además, solemos hacernos un lugar para las dudas ajenas!!! A mi por lo menos, también me pasa, Auxiliooooo!!!!
ResponderBorrarLo peor de todo es que en base a nuestros propios convencimientos creamos nuestra realidad, y a veces estamos tan equivocados que vivimos una realidad tortuosa y deprimente. Quizas si nos aflojaramos y salieramos de los convencionalismos y dieramos mas lugar a la duda y al querer pensar y a saber escuchar a otros podríamos tener una realidad mas, mucho mas interesante...todo es relativo y depende del cristal con que se mire....Mucho depende de nuestra toma de conciencia. Porque generalmente nos dejamos llevar sin darnos cuenta...
ResponderBorrarRecién leí a Roberto Pérez "Soltar para Saltar", yo lo tengo casi como un mantram
ResponderBorrarSoltar soltar soltar soltar soltar...
Nada tiene la fuerza de la verdad. Y menos en el mundo que vivimoa, donde desde ese pequeño órgano que es la lengua y su expresión, podemos causar dolor, guerra, mentiras que llevan a que se pierda la fuerza de la palabra. Pero esto pasa en la mente humana y no en la del pavo que no está ni remotamente cercana. HAY UN DICHO QUE DICE: DE LO QUE NO VEAS, NO CREES NADA......Y DE LO QUE VEAS, TAN SOLO UNA TERCERA PARTE. chau Adriana.
ResponderBorrarHola Anónimo (preferiría saber tu nombre o usuario), comparto que nada tiene la fuerza de la verdad, pero creo que la verdad tiene inmurables facetas, como puntos desde mirar un cristal. Por eso también existen tantas opiniones sobre un mismo tema. Siempre partiendo de que se habla con buena leche, obvio. Con repecto a creer sólo lo que ves, no comparto pero respeto tu opinión. Gracias!
ResponderBorrarLa timidez erosiona la confianza en uno mismo... bloquea, ... niega a la persona la posibilidad de expresar aquello que siente o piensa. ... A veces, muy estrechamente ligados con la timidez, camina el pensamiento "soy una pava". Para cambiar hay que luchar contra esa pava interna que todas tenemos, y esa lucha es diaria, es enfrentarte a ti misma a cada situación incómoda, hay que trabajar mucho con tu interior para poder desperenderte del pensamiento "soy una pava".
ResponderBorrarEstoy sorprendida por lo que genera la lectura de lo que escribis y publicas, a cada uno nos pega en lugares diferentes,y provoca necesidad de ubicarlo, entenderlo, sintetizarlo, poner en palabras lo que nos dejó.....es lo aprendido enseñado, buscar parámetros, límites, ser objetivos?.... converger, volver a cerrar, entiendo tu propuesta : vos decis soltar, soltar, sí a veces se puede, a veces no puedo dejar de estar atenta, no me involucro, por mi trabajo sé como no hacerlo, pero camino un paso atrás, pero estoy, un beso.
ResponderBorrar