Nuevos Tiempos
Tengo la
sensación de estar viviendo en una época privilegiada de la historia. Ideas antiguas que fueron deshechadas como
improbables, o sea, que no pasaban por el tamiz de la “ciencia oficial” hoy
vuelven a ser vigentes, porque se han incorporado a la Gran Confluencia del
Nuevo Saber.
Desde la
medicina han venido grandes
comprobaciones de ideas consideradas no valiosas por pertenecer al “Pensamiento
Mágico”. Y hoy resulta que el Mágico, es
el Modo más importante y eficiente que tenemos como Seres Humanos en esta
experiencia de vida, de Pensar, de Escuchar, y de Decir.
Que la Palabra genere acciones tan inmediatas sobre
nuestro cuerpo, o el cuerpo de los otros se puede entender desde la niñez. “Sana Sana colita de rana” es indispensable
para calmar cualquier dolor por lastimaduras o caídas. Sin ese Decreto Materno, las cosas se ponen
más difíciles.
Pero aún más
sorprendente, es que la palabra dicha por varios a la vez, dirigida a alguien
enfermo, comunmente llamada Oración, (Cadenas de Oración, no “encadenadas” a ninguna religión) produzca
verdaderos efectos sanadores, esta vez, sí, comprobables por los científicos,
pero sin ninguna duda experimentados, vivenciados y reconocidos por los propios
interesados y sus familias.
Estas
evidencias, anteriormente relegadas al terreno de lo “místico”, y separadas de lo “real” pueden ahora
comprenderse, en sus lógicas de funcionamiento.
Para ello,
la Física Cuántica ha venido a dar respuesta a lo que antes no podía ser
explicado más que como un acto de Fe.
Para quienes la Fe es un bien escaso en sus vidas, o tal vez ausente del
todo, la posibilidad de la comprensión intelectual, ha sido de inestimable
ayuda. Me cuento entre aquellos que
queriendo tener Fe, siempre tuvimos dudas profundas, ocultas, y que si bien
deseábamos y elegíamos creer, no podíamos escapar de los íntimos
cuestionamientos. “¿Esto será así
realmente?” “Será cierto?” “No será sólo
sugestión?”
Para
acercarnos a las respuestas, les traigo hoy párrafos de un libro de Ervin
Laszlo “La Experiencia Akásica”
Ervin Laszlo
es un doctor en Filosofía de la Ciencia, con cuatro doctorados honoris causa, fue un niño prodigio,
virtuoso del piano, que a los nueve años debutó en la Filarmónica de Budapest.
Destacado teórico de sistemas, nominado dos veces al Premio Nobel de la Paz.
Autor de 83 libros, donde se explaya sobre sus investigaciones, que lo han
llevado a defender la existencia de un campo cósmico de interconexiones que
conserva y trasmite información.
En este libro
en particular, Ervin reúne a 20 autoridades de campos tales como psiquiatría,
la física, la filosofía, la antropología, la sanación natural, las experiencias
cercanas a la muerte y la espiritualidad (Stanislav Grov, Stanley Krippner,
Eric Pearl, entre otros) que relatan sus propias experiencias acerca de las
interacciones con un campo de memoria cósmica que trasmite información a los
seres humanos sin tener que recurrir a los sentidos tradicionales.
“Los trabajos en las fronteras de la física cuántica, la
biología cuántica y la investigación cerebral cuántica, demuestran que el
cerebro es físicamente capaz de suscitar experiencias basadas en información
procedente del mundo exterior pero que no ha sido trasmitida a través de los
sentidos exteroceptivos (vista, olfato, gusto, oído y tacto). Este
hallazgo es ciertamente novedoso, y a primera vista, sorprendente. Y, sin
embargo, las evidencias son muy sólidas. El cerebro humano, con su complejísimo
e integrado sistema neuronal, no es sólo un sistema bioquímico clásico. Es
también, y por encima de todo, un Sistema Cuántico Macroscópico, es decir, un
sistema que en algunos aspectos actúa como los sistemas de micropartículas
(llamados cuantos) – es decir las partículas de mínimo tamaño- aunque su dimensión –la del cerebro- sea macroscópica, - o sea de tamaño
grande y visible. Este hallazgo arroja serias dudas sobre el principio clásico de que
toda experiencia extrasensorial o no sensorial no puede ser otra cosa que pura
fantasía.”
“El principio clásico
define al cerebro –sólo- como un sistema bioquímico que recibe y envía
información en la forma de impulsos que viajan a través del sistema
nervioso. Según este concepto, la
información relativa al mundo exterior se trasmite hasta la conciencia a
través, y sólo a través, de los órganos que registran los estímulos externos, a
saber, ojos, oídos, naríz, paladar y piel.
Todo pensamiento, intuición o imagen que no sea trasmitido de una forma
clara y evidente por estos receptores sensoriales, debe ser, necesariamente, una
fantasía generada por la recombinación de estos elementos percibidos por los
sentidos”
Entonces, ¿ qué es lo que derriba este principio clásico, que
ha sido el fundamental de toda la historia de la humanidad desde Descartes
hasta esta época?
Se trata de un modo que ha sido descubierto últimamente, tal como sigue explicando Laszlo:
“Existen estructuras en el cerebro que
reciben y envían información en el llamado Modo de Resonancia Cuántica. Esto es una forma multi-dimensional y
cuasi-instantánea de procesamiento y trasmisión de la información que
constituye un rasgo básico de las funciones vitales de todos los
organismos. El modo de la “No localidad”.
“No localidad” significa que los efectos físicos no se propagan
por el espacio a velocidades medibles, sino que se difunden instantáneamente, Y que las características de la cosas, no son
intrínsecas –digamos específicas, atribuibles a las cosas- sino que dependen de otras cosas.” (1)
Pensemos ahora, en nuestra experiencia más cercana, cómo se aplicaría la teoría de Ervin Laslo y los científicos modernos.
Por ejemplo, la Observación que ejercitamos sobre
determinados objetos – nuestro cuerpo- o la Intención –o sea a
donde dirigimos nuestra atención para producir efectos.
Sin ir mucho más allá, Gerda Alexander, la mentora de la
técnica de trabajo corporal denominado EUTONIA, ya hablaba de la Intención,
como una actitud productora de cambios corporales concretos.
Otra técnica terapéutica, como las Constelaciones Familiares,
no estaría explicada desde la teoría del Campo Akásico? Quien se ubica en un
rol desconocido, madre de tal, hermano de cual, y actúa movido por un impulso
que no reconoce ni siquiera como propio, estará recibiendo información del
Campo Cuántico, atento su Intención de conectarse y la nueva formulación del
Cerebro, ya no como un “aparato” que cumple funciones de archivo de la memoria
y de regulador de todo el sistema orgánico, sino también como una Estación con
Antena que recibe y trasmite información del Universo Campo Cósmico?
Y nosotros, como sujetos vivos sobre este planeta,
interconectados, comunicados, podremos salir del estado de brutalidad y
adormecimiento, y despertar de una vez por todas y ser quien somos, seres
multidimensionales, inteligentes, y generadores de luz?
Es tan impresionante el Portal que se abre ante nuestra
perpleja vista, tan vertiginoso el cambio que vivimos, que no hay tiempo para
seguir “entretenidos” y “escapados” de nuestro verdadero ser.
Hasta pronto, mientras seguimos conectados…
Queridísima Dry!
ResponderBorrarEs tan brillante, completa, intensa y penetrante tu mirada acerca justamente de nuestra esencia multidimensional y luminosa, que casi no me atrevo siquiera a agregar nada más al respecto, sino dejarme sencillamente entusiasmar por este significativo giro narrativo con el que dejas una impronta insuperable.....
Me Re-Encantó!! y lo digo en el más puro y amplio sentido en el que esto puede ser comprendido..
Es verdad que va siendo hora ya de que dejemos de estar tan entre-tenidos, es decir (tenidos entre) "religiones, ideologías (del tipo que fuere), sistemas de creencias, etcétera, etcétera, etcétera, todo lo cuál nos ha impedido descubrir que todo cuanto anhelábamos ya lo teníamos, y que todo en lo que queríamos convertirnos, era en lo que siempre fuimos pero no lo sabíamos.
Brindo, celebro y coincido plenamente contigo ,en que somos afortunados de vivir este maravilloso momento de la creación, en la que al volver a re-conectarnos y ser nuevamente uno con todo cuanto existe, Re-estableceremos el orden natural y volveremos a Ser los Dioses de esta Mágica aventura.......
Con inmenso Cariño y admiración,
Ricardo Friedenthal